El Madrid más misterioso
Si bien es cierto que muchas celebraciones no han podido desarrollarse dada su idiosincrasia (festivales de música o fiestas populares), con Halloween no tiene motivo para suceder así. Y es que para pasarlo de miedo no hacen falta unas fechas en concreto.
No hace falta salirse del perímetro urbano, ni siquiera rebasar los límites del centro, para toparse con un Madrid que provoca escalofríos de terror. Algunas de las fachadas más conocidas de la capital ocultan leyendas de miedo, sucesos paranormales e historias macabras salpicadas de sangre:
-Casa de las Siete Chimeneas (Plaza del Rey).
El primer propietario de la casa pudo ser un montero de Felipe II de España, quien mandó construirla para su hija Elena, quien se casaría en 1569. Al poco de la boda, el esposo encontraría su muerte en la batalla de San Quintín. Su viuda no le sobreviviría mucho tiempo, falleciendo en la Casa de las Siete Chimeneas. El extraño fallecimiento de Elena pronto se convirtió en la comidilla de todo Madrid y un secreto, hasta entonces oculto, no tardó en ver la luz: Elena tenía un amante, el monarca regente, Felipe II. Fue el propio rey el que encargó abrir una investigación a fondo para esclarecer las misteriosas circunstancias del suceso, pero el cadáver de Elena había desaparecido. Es a partir de ese momento y de esa extraña desaparición cuando se empezaron a producir una serie de extraordinarias apariciones en la casa. Fueron muchos los testigos que juraron haber visto a un espectro caminando por el alero del tejado. Un fantasma que, a la vista de todos, terminaba su enigmático paseo, firme y quieto, apuntando con uno de sus brazos de forma clara hacia el Alcázar, residencia entonces del monarca.
-Palacio de Linares (Plaza de Cibeles).
La denominada leyenda de los Marqueses de Linares se remonta a mediados del siglo XIX. Por entonces José de Murga y Reolid, Marqués de Linares, comunicó a su padre que quería casarse con Raimunda de Osorio y Ortega, una joven de condición humilde. Pero a pesar de que su padre siempre le había recomendado que se casara por amor, encontró la total oposición del mismo.
La leyenda cuenta que José de Murga, revisando los documentos de su difunto padre, encontró una carta dirigida a él en la que le explicaba su oposición: Raimunda, ya su esposa, en realidad era su hermanastra como resultado de una relación con una cigarrera. De esta forma, el primer Marqués de Linares se habría casado con su propia hermana, habiendo caído, por lo tanto, en el incesto. La versión más difundida de la historia aseguraba que, tras descubrir que eran hermanos, decidieron matar a su propia hija al considerar que estaba maldita y ser una prueba fehaciente del incesto. En la época circularon una gran cantidad de versiones sobre el asesinato de la pequeña Raimunda. Unas teorías aseguran que fue emparedada en una de las estancias del propio Palacio de Linares. Otros, en cambio, dicen que se encuentra en los muros exteriores de la mansión. Otras versiones aseguran que fue ahogada por sus progenitores y posteriormente enterrada en el jardín del palacio. Supuestas psicofonías fueron recogidas en el interior del Palacio de Linares, en los que se aseguraba que se escuchaban los llantos de la niña y los lamentos de su madre.
-El nº3 de Antonio Grilo (calle Antonio Grilo, 3)
El edificio que allí se encuentra tiene casi 140 años. Se le conoce como la casa maldita, y no es para menos. Entre sus paredes se han cometido crímenes de todo tipo. El primero sucedió en 1945, cuando asesinaron a un camisero en el piso principal. Apenas diecisiete años después, el 1 de mayo de 1962, el sastre del 3ºD terminó con las vidas de su mujer y sus cinco hijos, cuyos cadáveres exhibió por el balcón al gentío, y luego se quitó la suya propia de un tiro. Dos años más tarde, una veinteañera ahogó a su propio bebé.
-Museo Reina Sofía (Calle de Santa Isabel, 52)
El edificio del Museo Reina Sofía tiene mucha historia. Antes de convertirse en un centro cultural y pictórico fue un núcleo de reclusión de dementes y de niños abandonados. Durante la Guerra Civil fue transformado en hospital y luego en prisión, por lo que era escenario de torturas y ejecuciones. Según cuentan los historiadores sus pasillos se llenaron de cadáveres. A partir de estas circunstancias han surgido algunas leyendas sobre el museo. En la segunda mitad del siglo XVI en el lugar donde está el Reina Sofía se levantó un albergue que era utilizado por mendigos y personas sin recursos. La mayoría acudía a morir en sus habitaciones y luego eran enterrados en el subsuelo. Desde ese momento, las leyendas de espíritus vagando por sus jardines y sótano han sido constantes en la historia del centro. Los funcionarios y vigilantes del actual Museo Reina Sofía comentan año tras año que en la noche hay gritos en el centro, asimismo que las puertas se abren y se cierran solas.
-Metro Tirso de Molina
A sólo 10 minutos caminando del Hotel Ganivet, en pleno centro de Madrid, se encuentra la parada de metro de Tirso de Molina. Fue inaugurada en 1921 bajo el nombre de Progreso, ya que por aquel entonces la plaza se llamaba de esa forma. Hasta 1834, en este lugar se encontraba el Convento de la Merced. En 1600 ingresa en él Fray Gabriel Téllez, dramaturgo que firmaba sus obras con el seudónimo de Tirso de Molina. Por esta razón en 1939 se rebautiza con el nombre del escritor la Plaza. Como era costumbre hace años cuando los frailes fallecían eran enterrados en un cementerio dentro del propio Convento. Cuando los obreros en plena construcción de la estación excavaron, comenzaron a aparecer los huesos y esqueletos de los que habían sido enterrados en el Convento de la Merced. Se avisó a las autoridades que no sabían qué hacer con los restos. Había varias opiniones al respecto, al final se optó por depositarlos en las paredes antes de colocar los azulejos. Enseguida aparecieron algunos viajeros que afirmaban escuchar ruidos y lamentos de los frailes cuando pasaba el vagón por la estación.
-Iglesia de San Ginés (Calle Arenal, 13)
Bajo el reinado de Pedro I, unos ladrones se adentraron en el citado lugar sagrado para saquear cualquier objeto de valor: joyas, cálices, ornamentos, etc. Sin embargo, no repararon en la presencia de un anciano que se encontraba orando en dicho momento. Los malhechores, le decapitaron con tal brutalidad que la cabeza estaba prácticamente separada del cuerpo. El suceso envolvió de tristeza el barrio. Un duelo que se convirtió en terror cuando una sombra sin cabeza se presentó días más tarde en la citada iglesia. Esta visita inesperada volvió a repetirse con un único fin: revelar la identidad de sus asesinos. Estos acontecimientos trascendieron a todo el territorio hasta que los ladrones fueron capturados y condenados a muerte por orden del rey. Así, los asesinos fueron precipitados al barranco. Pero, contra pronóstico, aquel final no sellaba su descanso: varios mendigos han sido testigos de ruidos extraños, que se ha unido a la sensación de estar siendo observados.
Escoge cualquier momento para visitarlos y conocer las leyendas más oscuras de Madrid, desde el Hotel Ganivet podrás descubrirlas todas a un paso y, además, disfrutar de los rincones y calles con más encanto del centro de la ciudad. ¡Feliz Halloween!
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